EL TURISMO ES UN GRAN INVENTO…
… Menos cuando paseas por tu ciudad y empiezas a pensar que estas en el museo de los horrores con tanto visitante vestido de turista. ¿Vestirán así en sus ciudades?
Pequeños inconvenientes aparte, ¡claro que el turismo es un gran invento! -como decía la película protagonizada por Paco Martínez Soria-. Sólo hay que ver su contribución al PIB o al empleo.
Sin embargo, permítanme que mencione dos noticias vistas en el telediario.
Telediario del día 11 de julio de 2017: un representante de las asociaciones vecinales de La Barceloneta, un barrio de Barcelona en el que proliferan los alquileres de viviendas para turistas, se lamenta del desagradable ambiente del barrio como consecuencia del incivilizado comportamiento de los visitantes.
En el mismo telediario, en un reportaje sobre la afluencia de gente en el camino de Santiago, una mujer de Arzúa, donde se cruzan los caminos francés y del norte, expresaba su temor a la masificación y mercantilización del camino.
Pero no son las únicas noticias relacionadas con el turismo que están apareciendo estos días. Por poner algunos ejemplos: desórdenes y borracheras, especialmente de británicos, en Magaluf, Gandía, Salou…, “balconing”, fraudes simulando intoxicaciones para no pagar (otra vez los “british”), problemas para alquilar pisos como vivienda habitual en Ibiza, problemas de suministro de agua…
Entre todos la mataron y ella sola se murió.
El importante crecimiento de visitas de extranjeros que está experimentando España debido, entre otros factores, al desplazamiento de turistas que en mejores circunstancias de seguridad hubieran elegido otros destinos, es una gran oportunidad que no será sostenible si no somos conscientes de que los recursos y nuestra capacidad no son ilimitados.
Llevo oyendo durante muchos años que tenemos que ir más allá del modelo de sol y playa, y es cierto que se han implantado modelos basados en la naturaleza, el deporte, la cultura y la gastronomía con éxito. Pero no podemos permitirnos morir de éxito, hay que plantearse que sólo podemos recibir a los turistas que podamos atender debidamente, que vuelvan a sus países diciendo que sus vacaciones en España han sido estupendas, que España es un país seguro, con unas ciudades limpias y cuidadas, con buenos alojamientos y restaurantes, con un servicio amable y eficiente y, por supuesto, con magnificas playas y sol.
Si ahora podemos elegir, los operadores del sector turístico, con el apoyo de las instituciones, deben plantearse sus estrategias en función de los recursos disponibles, de las capacidades presentes y futuras (formación), de nuestras ventajas competitivas y de los clientes objetivo. Y estos últimos no son los turistas que nos sobran, esos del “balconing”, la borrachera y el fraude.
Diego Ruiz Madrazo
HFC Consultores