«Ponemos servicios al alcance de las PYMES que no suelen tener accesibles»

19 de mayo de 2019

Diego Ruiz Madrazo, socio de HFC Grupo, subraya que su trabajo consiste en “llegar donde no lo hace la asesoría tradicional” y en ofrecer servicios que no están accesibles a los pequeños y medianos negocios. Además, se describe a sí mismo como una persona que “conecta bien con el cliente” y que “intuitivamente interpreta sus necesidades”.

¿Cuál es su especialidad dentro del equipo?

Yo soy socio del área de consultoría que se llama HFC perspectiva empresarial y nuestro trabajo consiste en llegar donde no lo hace la asesoría tradicional. Las empresas, aparte de la contabilidad y de los impuestos, tienen otras necesidades, como de planificación económica y gestión que, por diversos motivos, como la falta de personal cualificado o porque mediante sus recursos no se lo pueden permitir, no las cubren. De esta forma, nosotros entramos a solucionar los problemas o a dar ideas de carácter económico empresarial. ¿Qué hacemos? Desde valorar una inversión, organizar desde el punto de vista de gestión y algunas veces operativo a la empresa, valorar y abordar la compraventa de empresas, así como desarrollar planes de negocio. Aconsejamos en todo lo que podemos, y es mucho porque aquello que no forma parte de nuestra área, la económico empresarial, siempre tenemos a las demás que nos pueden apoyar, principalmente la jurídica y la de auditoría.

Habla de aconsejar, de valorar una inversión, de hacer planes de negocio…¿qué es lo que más le gusta de todo ello?

A mí lo que más me gusta es apoyar al empresario en sus decisiones. Parece muy etéreo, pero con los clientes que tengo, con los que tengo reuniones mensuales o incluso más a menudo, valoro y les propongo qué decisiones deben tomar para su negocio. Es un servicio que va más allá de la mera asesoría, que es lo que en esta empresa queremos hacer ver desde hace mucho tiempo. La asesoría se ha limitado tradicionalmente a hacer impuestos y a hacer la contabilidad, y nosotros vamos más allá: vemos el negocio como un conjunto en el que no solo hay indicaciones de tipo fiscal, sino también las más importantes: las económicas, de crecimiento y de financiación de la empresa. Eso es lo que queremos ofrecer, porque además las empresas pequeñas no lo suelen tener accesible. Nosotros ponemos al alcance de la mano de las PYMES esos servicios que ayudan mucho al empresario. Desafortunadamente, a veces no los demanda porque cree que no tiene la necesidad de ellos y nos vienen empresas en situaciones bastante deterioradas. Y ahí el problema normalmente se complica. Por eso estamos intentando dar a conocer que este es un servicio que no tiene que ser de cura, sino que debe ser de prevención.

¿Tiene algún reto laboral pendiente para el futuro?

Lo que a mí me gustaría es que los servicios que ofrecemos en el área se valoraran más, y no desde el punto de vista económico, que esa es otra pelea, sino en el sentido de conseguir transmitir a las empresas que nuestros servicios son buenos y que dan valor. Ese es el reto. Insisto en que lo más normal es que nos vengan con el problema, no con la inquietud de que quieren desarrollar un negocio.

¿Y cómo se puede conseguir?

Es una cuestión de cultura empresarial. Cuanta más formación tenga el empresario, más se va a dar cuenta de que necesita estos servicios. E videntemente, hay empresarios que los tienen dentro de su empresa. Las PYMES abarcan muchos tamaños de empresa y hay algunas que tienen una estructura potente y tienen ese servicio. Consiste en pasar de la visión de los papeles, de un trámite que hay que pasar con Hacienda y con el registro mercantil, a pensar que tanto la contabilidad como todo lo demás es muy importante para el desarrollo de la empresa. La contabilidad no es solo hacer números. Da muchísima información de tipo económico financiero muy valiosa y saber manejarla e interpretarla es muy importante. Además existen otro tipo de factores que afectan al crecimiento de la empresa. Entre ellos, la personalidad del propio empresario. Hay que conocerle, ver como piensa, qué es lo que tiene en la cabeza aunque no sea muy capaz de expresarlo. Ves que a lo mejor tiene necesidades de gestión interna, de inversión, de crecimiento… o todo lo contrario, igual tiene que echar el freno y relajarse. Eso lo debe ver el empresario y si no lo sabe conducir es cuando tendría que venir a un especialista como nosotros.

¿Cómo se describiría a sí mismo en su trabajo y en esa relación con el cliente de la que habla?

Creo que soy una persona que conecta bien con el cliente, que intuitivamente interpreta sus necesidades y la manera de emplear la famosa ‘mano izquierda’ para tratar con él. También soy muy directo, no me gusta ‘vestir al santo’, ni decir las cosas demasiado suaves cuando hay problemas. Eso a veces me causa problemas a mí porque a nadie le gusta que le digan que las cosas están mal, pero creo que es necesario, sin pasarse de la raya. Además, te puedes encontrar con gente que tiene un perfil más conservador que otros, por lo que cuando haces una valoración de una posible inversión te adaptas a ese carácter. Por contra, hay empresarios que son muy lanzados, afines al riesgo, a los que a veces hay que moderar.

¿Qué actividades realiza fuera de su jornada laboral para desconectar?

Lo de desconectar no es algo que me preocupe demasiado porque desconecto muy bien (ríe), no tengo ese problema. A mí me gustan mucho los restaurantes, y además ahora trabajamos con hostelería. Cuando viajo siempre nos preocupamos mi mujer y yo de buscar restaurantes especiales, fuera de las rutas turísticas. Me gusta mucho descubrir nuevas comidas y nuevos ambientes. Antes leía mucho, ahora ya no porque salgo más cansado de trabajar, así que sigo leyendo pero sobre todo artículos. Además, me gusta la historia, soy aficionadillo a ella, principalmente a la de España y a los siglos del XV al XVII, y también la de Roma. Evito las novelas históricas, pero leo y sigo a algunos articulistas de historia como Álvaro Van den Brule, que escribe en El Confidencial o a Juan Eslava Galán. Y por último, cuando saco un rato me gusta salir con la bici para hacer algo de deporte.