MANUEL DE LA FUENTE PORRES “IN MEMORIAM”
Nos ha dejado una gran persona. Nos ha dejado un gran economista y abogado. Inteligente, conciliador, imaginativo, culto, trabajador… Parece que pudiéramos estar exagerando, pero cualquiera que lo conociera puede dar fe de que no es así.
Su currículo es extenso, pero estas líneas no pretenden ser una revisión de su larga trayectoria profesional, simplemente quieren ser un homenaje a nuestro compañero y amigo.
Su despacho estaba siempre abierto, siempre tenía, o buscaba, un momento para charlar, escuchar o tratar lo que fuera menester con sus clientes, compañeros de la empresa o colegas de profesión. Se implicaba en infinidad de temas, ya fueran profesionales o personales, siempre con la idea de ayudar (algunos le decíamos que se metía en demasiados asuntos, pero era su naturaleza).
Era Manolo, como le llamábamos en la empresa y, en realidad, como le llamaba casi todo el mundo, un hombre lleno de proyectos empresariales y personales. Su gran proyecto profesional era nuestro grupo empresarial. Después de reestructurarlo en diversas sociedades profesionales, quería dar un paso más, mediante la culminación del proceso de digitalización en el que actualmente estamos inmersos para entrar de lleno en el mundo global, digital y de la información.
Amaba el cine. Nos contaba que esa afición la tenía desde niño, cuando en una misma tarde veía dos o tres películas en el cine. Que siguió fomentando su afición en los cine-fórum en Bilbao, en su época de estudiante. Nos comentaba con humor que, en esa época, era principio de los setenta, el coloquio duraba bastante más que la propia película y que surgían segundas, terceras y hasta cuartas lecturas de las intenciones del director del filme. Este amor por el cine, le animó a unirse a la asociación cinéfila “amigos del Groucho”, actualmente “la llave Azul” donde, además de disfrutar de su afición, disfrutaba también conociendo y escuchando a gente mucho más joven que él.
Gran lector, aficionado a la historia, viajero. Siempre tenía un enfoque diferente y original para afrontar los asuntos. Bautizaba nuestros proyectos con originales títulos que rápidamente asimilábamos en nuestras conversaciones. Muy observador, aprovechaba sus viajes para conocer que “se cocía” en el extranjero. Que si los restaurantes están imponiendo este modelo de negocio, que si el comercio en tal país tenía una forma diferente de vender, que la mentalidad de la gente, por éste u otro motivo, era tal o cual… Siempre aprovechaba el tiempo para aprender y, posteriormente, aplicar lo aprendido en nuestros proyectos.
Brillante, sencillo y cercano, todos y cada uno de los profesionales y empleados del Grupo HFC sentimos una honda tristeza por su fallecimiento, y aunque todos nos sentimos un poco huérfanos, también estamos honrados, y nos sentimos orgullosos, de haber gozado de su confianza, disfrutado de su amistad y haber aprendido de un gran maestro. Como mejor homenaje que podemos tributarle, estamos decididos a continuar con su obra y trabajar para culminarla respetando la cultura y los valores que nos ha transmitido.
Manuel de la Fuente Porres, Descansa en Paz.
Grupo HFC