Un equipo multidisciplinar de expertos auditores, contables, abogados e informáticos se encargan de elaborar, de forma presencial, un Protocolo de Prevención Penal o Compliance “ad hoc” de las empresas que quieran cumplir con los principios de la Responsabilidad Social Corporativa.
La Responsabilidad Social Corporativa es una herramienta orientada a garantizar la supervivencia y la buena reputación de las empresas que en sus rutinas diarias tienen que enfrentarse a dilemas empresariales y éticos para los que no están preparados. De cómo resuelvan estas situaciones depende la continuidad de su negocio y la eficiencia de sus procesos.
Conscientes de esta nueva forma de hacer negocios, en HFC hemos diseñado un nuevo servicio de Compliance Penal para las empresas que, además, del cumplimiento estricto de todas las obligaciones legales vigentes, tengan voluntad de integrar, tanto en su gobierno como en su gestión, todas aquellas políticas y procedimientos de marcado carácter social o éticamente responsables.
Como punto de partida para implementar esta herramienta es necesario elaborar un “Protocolo de Prevención Penal” o “Compliance”. En este sentido lo primero que ha de dilucidarse es si su objetivo es, tan sólo, el de obtener un documento meramente normativo, más o menos adecuado, o generar una nueva forma de hacer negocios que ayude a la compañía a lograr unos estándares de ética, calidad de servicio y eficacia que tanto su entorno como la sociedad en general están demandando.
Entonces, ¿por qué es tan importante tener claro cuál es nuestro objetivo? Simple. En el supuesto de que aconteciera la comisión de un delito en su seno, si la empresa ha optado por la primera opción lo que estará consiguiendo será un atenuante, o puede que ni eso. Lo que sí está claro es que, en el otro de los supuestos, el protocolo que se redacte se convertirá además de en un modelo eficaz de gestión interna, en una eximente ante la comisión de ese potencial delito.
Veamos entonces cómo se hace. El “Protocolo de Prevención Penal” o “Compliance” de HFC parte, en primer lugar, de un análisis de riesgos de la situación actual de la Compañía con el objetivo de que, finalmente, se permitan identificar y establecer los controles necesarios y suficientes para la prevención de aquellos delitos, punibles penalmente, que puedan ser cometidos dentro de la Sociedad o en su nombre.
Para ello, un equipo multidisciplinar experto en las áreas de auditoría contable, informática y legal efectuará, en una primera fase, una somera evaluación de la estructura de controles, políticas y procedimientos con los que ya cuente la sociedad para la identificación de los distintos riesgos y la prevención de delitos. De este análisis nacerá un “Plan de acción” dirigido a corregir todas aquellas deficiencias detectadas y a identificar otras debilidades significativas. Este plan se entregará al cliente.
En una segunda fase, y una vez adoptadas, en su caso, las medidas más urgentes contempladas en el “Plan de acción”, se documentarán todos aquellos procedimientos y controles para prevenir la comisión de los riesgos detectados. Para ello el cliente recibirá el “Manual de Prevención”, en el que se identificarán y documentarán los procedimientos establecidos para controlar los riesgos de comisión de delitos. También se actualizará, en su caso, el “código de conducta” o “código ético” de la empresa, así como, si procede, el régimen disciplinario. Paralelamente se identificará e instruirá en sus funciones a la persona que vaya a desempeñar la figura del “Oficial de Cumplimiento” o “Compliance Officer” y finalmente, se instaurará un “canal de denuncias”
Como complemento a esta actuación, se impartirá una formación a los usuarios de la empresa de forma que sea conocido por todos sus empleados y directivos, y se produzca una efectiva implementación en todas las actividades de la compañía.
Finalmente, en una tercera fase, una vez que la compañía haya implantado las recomendaciones de mejora acordadas con la dirección, tras el primer año de vigencia, se emitirá un informe de control interno que evaluará, por un lado, la razonabilidad y suficiencia de los controles adoptados por la empresa para mitigar los riesgos de comisión de delitos en el desarrollo de su actividad, así como su efectividad y, en su caso, la necesidad de implantar mejoras adicionales. Dicho control deberá ser reiterado anualmente, en orden a adaptar todas aquellas modificaciones, de índole normativo u organizativo, al protocolo en vigor.
¿Qué aporta HFC a este servicio? El valor añadido del modelo de Legal Compliance de HFC es nuestra oferta multidisciplinar, así como nuestra cercanía al cliente, ya que todos nuestros servicios son prestados de manera presencial. Un “plus” que no hay que olvidar a la hora de considerar otras ofertas.